¿Y qué son exactamente los callos?
La hiperqueratosis, comúnmente llamada “callo” es una acumulación de queratina en una zona de la piel con gran cantidad de células muertas de la epidermis y suele darse en respuesta a un estímulo externo a la piel como la fricción excesiva. Es decir, la piel comienza a reforzar una zona que generalmente es afectada por el roce del zapato, por ejemplo, y es este “refuerzo” al que conocemos como callo.
¿Por qué aparecen? ¿Cuáles son las causas?
Generalmente los callos surgen debido a la presión y el roce del zapato con el pie y esto sucede por dos tipos de razones:
1. Por llevar zapatos demasiado pequeños, demasiado grandes, o simplemente inadecuados para la anatomía de nuestro pie.
2. Por malformaciones en el pie, como por ejemplo los dedos en garra. Existen patologías ortopédicas que pueden corregirse, algunas incluso mediante intervenciones quirúrgicas. Otra causa son las anomalías biomecánicas en una persona (como tener una pierna más corta que otra), que favorece un desigual reparto del peso en los pies.
¿Cómo evitarlos?
Existen algunas medidas sencillas al alcance de todos para evitar la aparición de callos:
1. Mantén una buena higiene de la zona, se recomienda tener los pies limpios, frescos y secos.
2. Usa calzado adecuado, es sumamente importante encontrar el zapato que realmente se adapte a nuestras necesidades.
3. Hidrata constantemente tus pies, la sequedad y descamación favorece la aparición de callosidades, por ello es importante mantener los pies hidratados mediante la aplicación diaria de una crema nutritiva.
4. Si lo requieres, usa productos ortopédicos, como lo son los separadores de dedo, plantillas, taloneras, protectores, estos productos pueden ayudarnos realmente a evitar las durezas y callos.