Espolón calcáneo. Peor que una piedra en el zapato.
Si la típica piedra en el zapato es incómoda, aún peor es una dentro del talón. Y es que así se siente el espolón calcáneo, que no es una piedra, sino un “hueso” que se forma en determinadas circunstancias.
Las piernas son máquinas perfectas de locomoción, y nuestros pies están al frente de su constante uso, pero si los descuidamos o no somos conscientes de los problemas que se nos pueden presentar las cosas suelen terminar mal.
El espolón Calcáneo, una piedra en el talón
El hueso calcáneo es el hueso que forma el talón, a este están adheridos varios tejidos importantes, uno es el ampliamente conocido tendón de Aquiles y el otro, un renegado pocas veces mencionado pero no menos importante: la fascia plantar, que une el talón con los dedos y genera la tensión que forma el arco plantar.
Cuando la fascia plantar es expuesta a una excesiva tracción y sobrecarga, en esta se producen microrroturas que con el tiempo terminan por calcificarse y forman una especie de “hueso” en forma de lanza o triangular, lo que provoca un dolor agudo y punzante en la planta del pie. Por lo general es una de las causas de la fascitis o bien va de la mano con esta.
Causas
Existen factores que pueden incrementar las probabilidades de aparición
de esta patología. Por lo tanto, el espolón calcáneo es más frecuente en
personas que:
- Tienen el pie muy arqueado o el pie plano.
- Sufren sobrepeso.
- Corren o practican deporte en superficies muy duras con un calzado inadecuado.
- Utilizan zapatos muy duros durante tiempos prolongados
Cómo saber si es un espolón
El principal síntoma del espolón calcáneo es el dolor en la parte interna del talón, también se pueden sentir pinchazos en distintas zonas del pie. La aparición del espolón calcáneo como tal no produce dolor y es la inflamación de los tejidos en derredor lo que realmente produce dolor.
Las causas que conllevan a la formación del espolón calcáneo son prácticamente las mismas que producen la fascitis ya que en un 80% de los casos ambos casos están relacionados. El pie plano y el pie muy arqueado suelen generar sobrecargas en la fascia plantar, lugar donde se genera el espolón.
El sobrepeso de igual manera puede desgastar el tejido y producir las pequeñas roturas que luego se calcifican. Las prácticas deportivas y trabajos que exigen de sobremanera la fascia plantar también son responsables de la generación de un espolón calcáneo. En muchos casos, incluso una mala manera de pisar puede causar paulatinamente el maltrato del tejido de la fascia por lo que es de suma importancia incluso caminar de la manera más adecuada posible para prevenir tanto un espolón como la fascitis.
Tratamiento
Dado que el espolón calcáneo y la fascitis suelen venir acompañados, el tratamiento es el mismo y su objetivo es “destensar” la fascia plantar para conseguir un alivio en los síntomas y comenzar a atender el problema en sí, esto dependerá de lo avanzado del problema y la opinión de un experto. Entre las recomendaciones está el uso de plantillas ortopédicas para reducir la tensión en la planta del pie y suavizar la pisada, lo que también mejorará la sensación al pisar al tener todavía el espolón calcáneo.