La hiperqueratosis, comúnmente llamada “callo” es una acumulación de queratina en una zona de la piel con gran cantidad de células muertas de la epidermis y suele darse en respuesta a un estímulo externo a la piel como la fricción excesiva. Es decir, la piel comienza a reforzar una zona que generalmente es afectada por el roce del zapato por ejemplo, y es este “refuerzo” al que conocemos como callo.
Los callos aparecen como una reacción protectora contra el roce o la presión repetidos, generalmente debido a zapatos inadecuados. Los callos también se pueden presentar en las manos mediante el uso constante de una herramienta. Sin embargo, los callos en los pies son los más dolorosos y molestos, y quienes los tienen están tratando desesperadamente de deshacerse de ellos.
Consejos para evitar la aparición de callos.
- Usar el calzado adecuado
Una de las recomendaciones más importantes es utilizar un calzado adecuado. Muchas personas no suelen preocuparse por ello, por lo que generalmente escogen zapatos que no deberían usar. Lo mejor es optar por un calzado cómodo, amplio y que por lo tanto no apriete nuestros pies. Igualmente es importante no abusar de las zapatillas o calzado deportivo, ya que los materiales con los que suelen estar hechos fomentan en algunos casos la sudoración y el mal olor. Es así que se recomienda alternar su uso con zapatos casuales. Por último, tampoco se debe abusar de los tacones o calzado alto. Este puede causar serios daños a nuestros talones y a nuestra postura en general.
- Elegir los mejores calcetines
Al igual que el tipo de calzado que se utilice, son muy importantes también los calcetines que estemos acostumbrados a usar. Se deben de evitar aquellas prendas apretadas o muy ajustadas y que sean de materiales sintéticos como el poliéster. Como bien se sabe, este tipo de material aumenta la sudoración y el mal olor, lo que puede fomentar la aparición de hongos. Lo mejor son los calcetines de algodón, los cuales absorben el sudor y permiten además que nuestros pies estén más frescos, secos y que respiren mejor.
- Tener cuidado al andar descalzo
Para evitar lesiones e infecciones, no es recomendable caminar descalzo en lugares públicos donde suele pasar mucha gente. De hecho, esto no se recomienda ni siquiera en nuestras casas. Es mejor utilizar algún tipo de calzado de descanso como sandalias de baño o pantuflas. Otra práctica muy habitual que no es para nada buena es la de bañarse descalzo. En sitios públicos esto puede ser muy peligroso, ya que ocasiona en algunos casos que nuestros pies sufran una infección u hongos. Como decíamos, es mejor usar sandalias de baño en todo momento.
- Superficies que son buenas para nuestros pies
Contrario a lo anterior, una opción muy recomendable es andar descalzo en el pasto, la arena o sitios seguros. De esta forma ayudaremos a que nuestros pies tengan una mejor circulación, además de que se sentirán libres y relajados, sin algo que los oprima. Incluso, algunas superficies ligeramente rugosas pueden darnos una sensación placentera, como si de un masaje se tratara.
- Baños y masajes para los pies
Cuando nuestros pies se sienten inflamados o cansados, existen diversos remedios que nos pueden ayudar. Lo mejor es sumergir nuestros pies en agua tibia o caliente mezclada con algún producto como lavanda o limón. Además de eso se pueden dar ligeros masajes que relajaran nuestros pies, además de que los desinflamaran y harán lucir mejor.
- Hidratarlos con crema
Después de bañarnos debemos aplicar crema hidratante por todos nuestros pies, dando un ligero masaje. Es muy importante aplicar una mayor cantidad de crema en el talón, que suele ser una zona propicia para la aparición de durezas. Además, se pueden usar otros productos como desodorantes o talcos que refrescan y mantienen secos nuestros pies. Sin embargo, es importante no abusar de estos últimos.
- Quitar durezas
En el caso de que nuestros pies tengan durezas, lo mejor es utilizar alguna lima o piedra porosa que ayude a eliminarlas. De hecho, actualmente existen a la venta productos eléctricos que cumplen esa labor de manera más sencilla. Basta recordar que al usarlos se debe de tener cuidado, ya que un mal uso puede provocar heridas o lesiones.
- Comprar plantillas
Las plantillas también son de gran ayuda a la hora de cuidar nuestros pies. Además de que corrigen nuestra postura, evitan lesiones o molestias. Existen de distinta calidad y precios, por lo que lo mejor es consultar a un especialista que nos dirá cuál es la mejor para nuestro caso.
- Cuidar las uñas de los pies
Las uñas son una parte de nuestros pies a la cual también les debemos de prestar atención. En todo momento las uñas deben de estar cortas. De lo contrario podemos tener problemas con ellas, ya que algunas se suelen meter bajo la piel si es que no se les cuida. Llega a ser muy molesto y doloroso, evitándonos en algunas ocasiones poder caminar. Cortar las uñas periódicamente evitará eso, además de que les dará una mejor apariencia a nuestros pies.
- Limpiar nuestros pies diariamente
Finalmente, por obvio que parezca, nuestros pies deben ser lavados diariamente durante el baño. Es muy importante no utilizar ningún tipo de fibra ya que esta puede dañar nuestra piel. Tan solo basta con utilizar las manos. Lo mejor es optar por un jabón neutro que no provoque resequedad. Por supuesto, al final debemos secarlos con una toalla e incluso dejarlos al aire libre unos cuantos minutos. De esta manera evitaremos la aparición de hongos.